Dieta y nutrición

Falta de apetito y pérdida de peso

Tener cáncer implica que puede haber pérdida del apetito como consecuencia del estado de ánimo y la preocupación por el reciente diagnóstico y la incertidumbre sobre el futuro, por la localización y el tipo de tumor, y por los efectos colaterales del tratamiento. Esto también puede llevar a la pérdida de peso.

Debes estar consciente que a menudo te faltarán los deseos o las ganas de ingerir alimento, pero a pesar de eso, debes mantener una buena alimentación y conservar un peso adecuado, lo cual es importante para tu recuperación y tu calidad de vida. Comer bien te ayudará a manejar mejor físicamente y emocionalmente los efectos de l a enfermedad y su tratamiento.

Tu médico  o nutriólogo debe ser capaz de darte consejos y recomendarte soluciones para aliviar otros síntomas gastrointestinales como náusea, vómito, estreñimiento o dolor estomacal.

Sugerencias para una buena nutrición en caso de falta de apetito

• Ingiere de cinco a seis comidas pequeñas al día y bocadillos siempre que tengas hambre
• Identifica a qué horas del día tienes hambre, y come en esos momentos y no limites la cantidad de alimento, pero evita atracones
• Ingiere bocadillos, colaciones o”snacks” nutritivos con alto contenido de calorías y proteínas, como nueces, yogur, quesos, huevos, malteadas, helado, cereal y budín
• Asegura de tener disponibles tus alimentos favoritos para comerlos como bocadillos o colaciones
• Adiciona calorías y proteínas a los alimentos, añadiendo salsas, aderezos, mantequilla, queso, crema y nueces a tus sopas y platillos
• Bebe líquidos entre comidas, no durante ellas. Beber durante una comida puede hacer que te te sientas satisfecho demasiado rápido
• Elige bebidas nutritivas, como leche o malteadas nutricionales o licuados
• Pide ayuda a tus familiares o amigos para que hagan las compras de alimentos y preparen la comida para ti cuando estés demasiado cansado para salir de compras o cocinar, y considera comprar alimentos precocidos o alimentos ya preparados por internet

Habla con tu médico antes de probar cualquier suplemento nutricional, como vitaminas, minerales, hierbas o productos a base de plantas (botánicos). Incluso los suplementos ‘naturales’ pueden tener a veces efectos nocivos en algunos tumores e interactuar con los tratamientos para el cáncer.

Evita los productos que afirman ser ‘curas milagrosas’, ‘innovaciones’ o ‘descubrimientos nuevos’ para el cáncer.

Evita también productos de los que se asegura que tienen beneficios sin efectos colaterales, o basados en un ‘ingrediente o método secreto’. Estas afirmaciones son casi siempre falsas y el producto puede contener sustancias nocivas, drogas o contaminantes.

Aunque tu médico podría no conocer todos los detalles sobre estos productos, puede evitar que cometas un grave error.

Los suplementos que contienen bacterias vivas y levaduras que son buenas para el sistema gastrointestinal (digestivo) se llaman probióticos. Algunas personas que padecen de TNE pueden encontrar útil consumirlos.

Puedes encontrar suplementos probióticos en la mayoría de los supermercados e incluyen bebidas de yogur que contienen bacterias ‘buenas’, como lactobacillus o bifidobacterium.

Estas bacterias ‘buenas’ están presentes en algunos productos lácteos y pueden ayudar a las personas con síndrome de intestino irritable, así como con TNE.

No se sabe exactamente cómo ayudan los suplementos probióticos a las personas con TNE. Una teoría es que las personas con TNE tienen exceso de bacterias ‘malas’ que crecen en el intestino y los probióticos restauran el equilibrio entre las bacterias buenas y malas.

El exceso de bacterias ‘malas’ en el intestino es una condición conocida como “sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado” o ‘SIBO’, que generalmente se trata con antibióticos. Tu médico puede realizar una prueba simple de aliento para ver si tienes este problema.